El futuro del empleo: las habilidades como nueva moneda laboral

La transformación del mercado laboral estadounidense ha tomado un giro decisivo: las habilidades específicas comienzan a imponerse como el nuevo criterio dominante por encima de los títulos universitarios. Un creciente número de grandes empleadores, como Walmart, Microsoft y Blackstone, está adoptando un enfoque centrado en las competencias prácticas como eje de sus políticas de contratación. Este viraje no solo responde a cambios económicos y sociales, sino que también promete redefinir las reglas del juego para millones de trabajadores. En el corazón de esta revolución se encuentra la iniciativa Skills-First Workforce, liderada por el Instituto Burning Glass, que busca crear un lenguaje común de habilidades laborales, accesible y útil para empresas y empleados por igual.
El 75% de los gerentes de tienda de Walmart comenzaron en cargos por hora.
La creciente presión sobre el modelo universitario tradicional agravada por el aumento de los costos, la desconfianza institucional y las tensiones sociales ha abierto espacio a alternativas más pragmáticas. En este contexto, la propuesta de Burning Glass resulta disruptiva: redefinir el acceso a empleos bien remunerados a partir de lo que los trabajadores pueden hacer y no de dónde estudiaron. El nuevo sitio web lanzado por esta organización sin fines de lucro, con apoyo financiero de Walmart y la participación de gigantes como Verizon, Accenture y Johnson & Johnson, detalla las habilidades requeridas para nueve roles críticos en sectores como ventas, atención al cliente, finanzas y tecnología.
El sistema clasifica las competencias en cuatro niveles básicas, de liderazgo, específicas del rol y de especialización y asigna a cada una un porcentaje de relevancia y nivel de dominio requerido. Por ejemplo, un gerente de producto necesita tanto conocimientos clásicos del marketing como la capacidad de interpretar estudios de mercado para anticipar el ciclo de vida de un producto. En el caso de los ingenieros de software, dominar herramientas como Git o lenguajes como Python puede implicar aumentos salariales del 3,9% o incluso más si también manejan plataformas de código abierto como Kubernetes (8,3%).
Este nuevo lenguaje común permite visibilizar trayectorias de crecimiento antes difusas. Un empleado que inicia como representante de atención al cliente, por ejemplo, puede aspirar a una posición gerencial si adquiere habilidades de liderazgo y experiencia en coaching. La claridad en los requisitos permite planificar ascensos de forma realista y medible.
Más allá de la lógica interna de las empresas, la iniciativa tiene un efecto democratizador en el acceso al empleo. Los veteranos militares, por ejemplo, a menudo enfrentan dificultades para traducir sus experiencias a un lenguaje corporativo. Con una taxonomía clara de habilidades, su transición al mundo civil se vuelve más fluida. Como explica Sheri Bronstein, directora de personal en Bank of America, este sistema no solo permite encontrar al candidato adecuado, sino también ampliar el universo de talento disponible.
La evidencia de impacto ya está emergiendo. Verizon, pionera en implementar este enfoque desde 2021, redujo de 70.000 a 2.100 sus categorías laborales, lo que ha facilitado la movilidad interna y fortalecido la permanencia del talento: sus empleados permanecen, en promedio, más del triple que la media nacional. Walmart también muestra resultados impresionantes: el 75% de sus gerentes de tienda, muchos con sueldos superiores a los $130.000 anuales, comenzaron en cargos por hora. En las tiendas donde se implementó la capacitación basada en habilidades, se ha registrado una mejora significativa en la experiencia del cliente y la eficiencia operativa.
Una sola habilidad técnica puede aumentar el salario hasta en un 8,3%.
Pero el verdadero valor de esta transformación radica en su adaptabilidad al dinamismo del mercado. El modelo de Burning Glass incorpora inteligencia artificial para monitorear en tiempo real los cambios en las ofertas laborales. Esto permite detectar tanto habilidades emergentes como ocurrió con la ingeniería de prompts de IA, que en 2024 fue repentinamente descartada tras avances en los modelos de lenguaje como aquellas que pierden relevancia. La constante actualización garantiza que las competencias identificadas respondan a las verdaderas demandas del entorno empresarial.
A futuro, el catálogo de empleos y habilidades se expandirá a 30 posiciones adicionales, cubriendo desde guardias de seguridad hasta especialistas en recursos humanos. Este crecimiento no solo busca captar nuevos talentos, sino también proporcionar una herramienta estratégica para empresas que deben anticipar qué capacidades requerirán en los próximos años. Como apunta Courtney della Cava, de Blackstone, redefinir las contrataciones desde las habilidades no solo mejora la retención, sino que también alinea la fuerza laboral con las necesidades del futuro.
El movimiento hacia un mercado laboral guiado por las habilidades representa mucho más que una tendencia: es una respuesta sistémica a las disfunciones del modelo tradicional. Al adoptar un lenguaje común que define y mide competencias, los empleadores están creando rutas más claras, inclusivas y eficientes para el desarrollo profesional. Esta nueva lógica promueve una economía donde el talento se reconoce por su capacidad de ejecución y aprendizaje continuo, y no únicamente por su historial académico.
En tiempos de incertidumbre económica, recortes presupuestarios y estancamiento profesional, iniciativas como Skills-First no solo ofrecen una salida, sino una promesa: la de que cada persona pueda avanzar en su carrera profesional, no por dónde comenzó, sino por lo que es capaz de lograr.