Coyuntura

Alibaba desafía el manual de Amazon y apuesta por crecer a lo grande en medio de una expansión global

En un contexto donde las grandes tecnológicas ajustan márgenes y priorizan eficiencia, Alibaba sorprende con una jugada contracorriente: un crecimiento explosivo basado en expansión agresiva. Sus resultados del ejercicio fiscal 2025 revelan un salto del 77% en beneficios netos, pero más allá de los números, el gigante chino está desplegando una estrategia que rompe esquemas. Mientras Amazon optimiza su maquinaria, Alibaba está quemando recursos para conquistar mercados globales, apostando por localización, infraestructura descentralizada y experiencias culturales digitalizadas.

Las cifras hablan por sí solas. Alibaba registró ingresos por 140.000 millones de dólares, con un crecimiento del 29% en su negocio internacional, y AliExpress operando en más de 200 países. Estos datos reflejan una estrategia clara: posicionarse antes que rentabilizar. Es el camino inverso al de Amazon, que hoy se enfoca en extraer el máximo valor de sus unidades más consolidadas como AWS, Amazon Prime o su red logística.

Alibaba, por el contrario, se comporta como una empresa en plena adolescencia expansiva. Está invirtiendo en centros de datos en el sudeste asiático, impulsando su división de cloud computing, y apostando por servicios ligados a la inteligencia artificial con crecimientos de triple dígito durante siete trimestres consecutivos. Y lo más relevante: lo está haciendo sin miedo a comprometer márgenes a corto plazo.

Mientras Amazon centraliza, Alibaba descentraliza cada mercado con plataformas especificas.

Mientras Amazon apuesta por una experiencia homogénea y centralizada, Alibaba ha elegido un modelo descentralizado y culturalmente adaptado. En lugar de una sola gran plataforma, su estrategia multiplica identidades digitales específicas:

  • AliExpress para los consumidores globales.
  • Trendyol para el mercado turco.
  • Lazada para el sudeste asiático.

Cada una opera con autonomía relativa, adaptándose al idioma, moneda, hábitos de consumo y necesidades locales. Esta forma de operar ha demostrado ser más eficaz en mercados emergentes donde la confianza digital, las costumbres de compra y los medios de pago son profundamente distintos a los del mundo occidental.

Además, Alibaba no solo vende productos. Está construyendo una experiencia comercial que mezcla consumo, entretenimiento y cultura, exportando prácticas propias como el livestreaming de ventas, festivales como el Singles Day o mecánicas gamificadas. Un ejemplo claro: cuando Pop Mart realiza una venta en directo desde sus oficinas y reúne a 240.000 usuarios para comprar figuras coleccionables, estamos ante un fenómeno que va mucho más allá del e-commerce tradicional.

Resultados del ejercicio fiscal 2025 con un salto del 77% en beneficios netos, hasta los 18.000 millones de dólares.

Otro pilar de esta expansión es el negocio cloud, que creció un 11% y consolida su lugar como el segundo mayor generador de crecimiento en Alibaba. Este salto está potenciado por la integración de IA en múltiples servicios, y refuerza la idea de que el grupo chino no quiere ser solo una plataforma de comercio electrónico, sino un actor clave en el futuro digital de Asia y más allá.

Y aunque gran parte de su estrategia implica gasto masivo, hay señales de que la apuesta empieza a dar frutos. Lazada se acerca por primera vez a la rentabilidad, y otras divisiones como Gaode (servicio de mapas) ya han logrado beneficios, al menos de forma trimestral. La inversión, al parecer, no solo es agresiva, también está comenzando a ser eficaz.

Alibaba está apostando por el timing. Con la revolución de la IA transformando industrias y múltiples mercados emergentes abiertos a la digitalización, el gigante chino cree que este es el momento para conquistar. Sin embargo, esta estrategia no está exenta de riesgos: ya ha destinado 7.000 millones de dólares en cupones para mantener la competitividad interna, señal de que la guerra de precios dentro de China se intensifica.

AliExpress opera ya en más de 200 mercados.

El reto a futuro será sostener este ritmo cuando los mercados maduren. Casos como WeWork, Moviepass o Groupon nos recuerdan que el crecimiento desenfrenado sin sostenibilidad puede pasar factura.

Alibaba está desafiando las reglas tradicionales del juego. Mientras Amazon protege su legado desde la eficiencia, Alibaba construye uno nuevo desde la expansión. La clave está en si esta estrategia será sostenible y rentable en el largo plazo. Por ahora, los números respaldan su visión, y su capacidad para integrar cultura, tecnología e innovación la posicionan como una fuerza global imparable.

El futuro del comercio electrónico parece estar más fragmentado y localizado de lo que creíamos. Y en ese terreno, Alibaba no solo está jugando… está marcando el camino.

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